#19j #Grecia #europeanrevolution
Hay límites para los políticos que no se perdonan. Y desgraciadamente no tienen que ver con la corrupción. Se trata de la coherencia y el respeto. Por ejemplo, cuando un partido llega al poder prometiendo defender el estado del bienestar a sus ciudadanos y manifiestamente no lo hace, pierde a sus electores. Es el caso de Portugal, España y probablemente Grecia. Pero si además los políticos en general ignoran a los habitantes y sus opiniones o hacen burla o desprestigian sus esfuerzos para hacerse oír, pueden llegar a perder el ascendente moral sobre la población. Aquí tenemos el caso de Grecia e incipientemente el de España y Portugal. En Grecia, por la gravedad y urgencia de la situación, el desprestigio es casi absoluto. En España se está extendiendo rápidamente y los mensajes desproporcionados e histéricos de los políticos que empiezan a darse cuenta de la gravedad de la situación no les ayudan en nada: sólo los alejan aún más de la población.
En Grecia ayer, al igual que en Barcelona, miles de personas se reunieron desde primera hora ante el Parlamento de Atenas. La diferencia es que allí además hubo una nueva jornada de huelga de 24 horas en la que participaron diversos sectores, en protesta por la política económica del Gobierno. La huelga, convocada por los dos principales sindicatos (Adedy, el de funcionarios, y GSSE, el de trabajadores del sector privado), ha logrado paralizar buena parte de los servicios básicos, como el transporte urbano, los hospitales -solo se atendieron las urgencias- y los puertos. No hubo ni trenes ni ferries. También permanecieron cerrados los ministerios y empresas estatales, así como numerosos bancos. Tampoco hubo noticias en radios ni televisión, por la huelga de periodistas.
Durante la jornada, la manifestación, que congregó a decenas de miles de personas -entre 20.000, según la Policía, y 200.000, para el diario Eleutherotypia- en los alrededores de la Plaza Sintagma bajo la vigilancia de 1.500 policías, tenía como objetivo bloquear todos los accesos al Legislativo, donde los diputados se disponían a debatir el nuevo plan de austeridad para el periodo 2012-2015, que prevé ahorrar al Estado 28.000 millones de euros y recortar 150.000 de los alrededor de 700.000 empleos públicos, entre otras medidas.
La primera reacción evidente de esta jornada de lucha fue el intento del Presidente griego, que tiene la mayoría absoluta del Parlamento y por supuesto no necesita aliarse con nadie, de buscar el apoyo de los partidos de la oposición. Papandreu ha anunciado su voluntad de dimitir para facilitar la formación de un Gobierno de concertación nacional con Nueva Democracia (centro-derecha), pero no ha logrado su objetivo y tendrá que seguir gobernando en solitario. Aquí vemos un ejemplo claro de un político que ha conseguido una mayoría absoluta en unas elecciones y, sin embargo, no tiene el apoyo de su pueblo porque se empeña en sacar adelante unas medidas que aparentemente sólo los políticos apoyan. En Portugal, hace poco el Gobierno Socialista para poder imponer unas medidas del mismo tipo convocó unas elecciones que perdió, así que las medidas las tendrá que llevar ahora adelante el nuevo partido ganador con la oposición de buena parte de su pueblo. ¡Qué historias más coincidentes! España, Grecia, Portugal e Irlanda. ¿Cómo es posible que los políticos quieran unas cosas y el pueblo otras? ¿No pretenden los políticos representar la voluntad popular? ¿No se dan cuenta que en el caso de Grecia, Portugal e Irlanda lo que se está haciendo es lisa y llanamente un robo? Por ejemplo, hoy los intereses que Grecia tiene que pagar de más es un 15%, Irlanda un 8,8% y Portugal superaba el 8%. No hay país que resista estos intereses, ni siquiera Alemania podría evitar arruinarse. ¿No pueden defender los intereses de sus pueblos en la Unión Europea y si no queda más remedio declararse insolventes? Con estos intereses la bancarrota es inevitable. No pueden esperar ya más.
Las protestas en Grecia seguirán hasta el 30 de junio, cuando se vote el nuevo paquete de ajuste por valor de 28.000 millones de euros (41.000 millones de dólares) en recortes y aumentos de impuestos hasta 2015. ¡Ojala lleguen a los corazones de sus políticos!
No esperes a que sea demasiado tarde, toma la calle este 19 de junio de 2011 para marcar las líneas rojas que los políticos no deberían traspasar nunca. Hoy es Grecia, mañana no dudes que será España.
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