Asusta la lejanía de los políticos y los medios de comunicación
españoles con la actualidad ¿Es que ninguno se ha enterado que
estamos a la puerta de la reanudación de la gran crisis? ¿O sí?
¿Será esa la razón
por la que el PSOE ha renunciado a seguir gobernando y convocado unas
elecciones que no puede ganar? ¿Tiene miedo a aplicar medidas
antipopulares sin el colchón de cuatro años sin elecciones? ¿Tiene
miedo de que le pase otra vez lo mismo que pasó con Zapatero?¿Y
será esa la razón por la que no renuncia a pactar con Ciudadanos?
¿Por que así podrá llevar a cabo y justificar mejor las medidas
que quiere aplicar? ¿Puede ser que sea esa la razón por la que no
se quiere comprometer a algo tan sencillo y que le daría tantos
votos como revalorizar las pensiones por ley como mínimo al IPC?
¿Por qué han
renunciado tanto PSOE, PP como Ciudadanos a atraer el voto de los
pensionistas por el bolsillo? ¿Por qué han dejado de prometer
grandes gastos para seducir a votantes? ¿Saben que no podrían
mantener las promesas ni siquiera al siguiente día de las
elecciones?
¿Por qué no hablan
claro los políticos cuando todos los organismos internacionales han
dejado claro que las previsiones de crecimiento de España van a la
baja?
Solo VOX se ha
enfrentado al problema de la crisis en la que nos estamos metiendo de
cabeza. Es el único partido que ha planteado una propuesta
seria. Los demás partidos prometen muchas cosas en un mundo
ideal en expansión. Unos que rebajarán los impuestos sin detallar
qué gastos o inversiones bajarán para cuadrar las cuentas. Porque
no les interesa decirlo en este momento y son unos cobardes. No se
dan cuenta que el no decir las cosas claras también traen
consecuencias. Otros que subirán los gastos como si fuera fácil e
inmediato recaudar más subiendo determinados impuestos ignorando el
empeoramiento de la crisis. No se ha hecho lo suficiente para reducir
las consecuencias de la permanente crisis en la que nos encontramos y
se sigue ignorando el problema porque nadie quiere enfrentarse a él.
El hecho de que
reconozcamos que solo VOX se haya enfrentado a la crisis y lo haya
incorporado como elemento clave de su programa económico no
significa que estemos de acuerdo con él. Hay elementos que convendría
estudiar pero su planteamiento convencional liberal no tiene mucho
recorrido para enfrentarse eficazmente a la crisis estructural en la
que vivimos como ya se ha demostrado en numerosas ocasiones.
La solución tiene
que encontrarse a nivel de la Unión Europea. España no tiene ni la
independencia económica ni las herramientas para enfrentarse a la
crisis. Pero mientras se negocian las soluciones en Europa y en el
mundo, en España sí que se pueden hacer muchas cosas para paliar
las consecuencias.
Para enfrentarse a
la crisis hay que entender qué es lo que está pasando. Parece
mentira que tras más de diez años en ella todavía haya gente que
no se haya enterado. Estamos ante una crisis financiera. No es un
problema de recursos, ni de escasez ni de producción. Es una
cuestión de dinero. Y el problema cada vez es peor. El dinero o las
deudas han ido y siguen creciendo sin control. De manera que ya no
funciona el sistema financiero mundial. Nadie se fía de nadie. Y el
Estado Español se ha endeudado más de la cuenta, entre otras cosas
porque ha asumido como propias las pérdidas de la banca española y
de las grandes empresas aparentemente, o al menos eso han
argumentado, por miedo a las consecuencias que podría acarrear el
que quebraran. Pero una vez que las han rescatado han renunciado a
recuperar lo invertido. Los bancos y las grandes empresas han
repartido dividendos generosos entre los accionistas los últimos
años para dar la imagen de empresas rentables y solventes. Pero no
es así, volverán las vacas flacas y volverán a necesitar la ayuda
del Estado para sobrevivir. Es inmoral que el Estado haya permitido
esto delante de sus narices.
Hay un punto
fundamental que hay que tener muy claro para entender lo que pasa:
Los bancos no
son ni podrán ser nunca rentables por la esencia de su negocio.
Podrán serlo por un
tiempo por la forma en que contabilizan los ingresos y gastos pero al
final tendrán que cuadrar las cuentas. Se contabilizan como ingresos
las deudas que contraen los prestatarios sin tener en cuenta que no
todos podrán devolver sus deudas. Es imposible que lo devuelvan
todos porque simplemente no existe el dinero para devolverlo con los
intereses pactados. Solo será posible durante un tiempo mientras se
amplían las deudas pero si, en algún momento, se decidiera que hay
demasiadas deudas y se dejara de confiar en el sistema financiero el
castillo de naipes se derrumbaría y los bancos quebrarían uno
detrás del otro si alguien o algo no parara la cadena. Por lo cual es
inmoral que un banco reparta beneficios, porque no existen. Es dinero
que necesitará para cubrir las deudas que no se podrán pagar.
Como consecuencia de
lo anterior es mentira que la mejor manera de cubrir las pensiones
futuras es crear fondos de pensión privados. Si el Estado no
hubiera rescatado a los bancos a fondo perdido en esta crisis, todos los fondos de
pensiones privados habrían quebrado y los futuros pensionistas se
hubieran quedado sin dinero. Y no está claro que el Estado pueda
rescatarlos indefinidamente en el futuro. Es una ilusión promovida
por los bancos el que el dinero se pueda multiplicar en un banco, ni
siquiera que se pueda conservar, y son muchos los riesgos que se
corren. La mejor garantía que tiene un futuro pensionista es que el
Estado siga funcionando y para que este funcione no debe involucrarse
demasiado en el ruinoso negocio de los bancos (tal como se conciben
actualmente).
Otro punto
fundamental:
El Estado debe velar
para que el dinero que recauda por los impuestos circule por la
economía para que cumpla su función social.
Así, por ejemplo,
antes de ayudar a los bancos para que cubran las pérdidas por
hipotecas impagadas, hay que ayudar a las personas a que puedan pagar
sus deudas y el banco no tenga pérdidas. Antes de tener que ayudar a
empresas por una disminución del consumo hay que mantener las rentas
de los ciudadanos. Cuando el Estado externaliza un servicio a una
empresa privada podrá quizás ahorrarse algo de dinero pero si es un
servicio intensivo en mano de obra el dinero circulante por la
economía disminuirá. La empresa privada pagará probablemente menos
sueldo a los empleados y los beneficios que obtenga la empresa
tendrán menos probabilidad de circular por la economía. Lo que sí
es seguro es que en total se pagarán menos impuestos al Estado por
lo que habría que hacer bien las cuentas para ver si compensa. Los
contratos del Estado deben priorizar que la mayor parte del importe
presupuestado vaya a parar a manos de los trabajadores de la empresa
contratada. Y velar para que no se produzcan trampas como en el caso
del fraude
a gran escala en la formación de parados con "mordidas" al
sueldo del profesorado. Cuando el Estado renuncia a recaudar un
euro a una gran empresa o le da un contrato porque ha puesto
condiciones que solo pueden cumplir ellas y no son esenciales para
prestar el servicio, es dinero inútil que deja de circular. Cada
juguetito de guerra o de cualquier otro tipo que compra el Estado es
dinero que sale fuera. Cada euro que se cobra en mordidas es dinero
que probablemente acabe fuera de la economía.
En cambio, cada euro
que el Estado da a un trabajador es dinero que este va a gastar en
comprar comida, pagar una guardería, pagar a un mecánico, dentista, profesor, empleado del hogar, camarero, cómico, actor, etc, que a su
vez harán lo mismo y el euro tendrá oportunidad de multiplicarse. Al final acabará
también en manos de una gran corporación pero habrá cumplido su
función por el camino.