Todavía hay quien piensa que Grecia o los griegos son un caso diferente del español. Tiempo al tiempo. Sólo nos llevan unos pocos años de ventaja en el deterioro de su situación por el camino de la austeridad. Todos los que han ignorado a los griegos estos últimos años pensando que se lo habían ganado a pulso van a comprobar en carne propia que también nosotros nos lo hemos ganado sin ser conscientes de ello. Cuando el Gobierno español siga apretando con su programa veremos si se conformarán los españoles. En Grecia en 2009 el 78% de los votos se los llevaron Pasok y ND (izquierda y derecha moderadas representantes de los poderes fácticos de Grecia), en 2012 el 32%. En 2009, representaban algo más del 50% del electorado, en 2012, sólo el 20%. Y aún así intentaron llevar adelante un Gobierno para seguir gobernando en contra de la voluntad popular. Afortunadamente no lo consiguieron. Sin embargo, a pesar de que la mayoría de los partidos están en contra de los acuerdos pactados por los anteriores gobernantes estos no consiguieron tampoco formar gobierno por la dispersión de partidos. Ahora se convocan unas nuevas elecciones previsiblemente inútiles. Lo peor que puede ocurrir es que consigan Pasok y ND sumar una minoría exigua que les permita llevar adelante su programa en contra de casi todos los griegos. A los electores griegos les ha faltado unidad para derrocar definitivamente a sus guardianes.
En España en 2012 el PP y el PSOE juntos sumaron el 73% de los votos, que no llegaron al 50 % del electorado. En los siguientes comicios, en principio para 2015 -- pero nunca se sabe cuándo, ya que en los últimos años ningún gobierno de los países con graves problemas económicos ha logrado completar su legislatura a pesar de contar con mayorías absolutas-- veremos cuántos consiguen. Siempre pensé que el Gobierno posterior al presente del PP sería uno de coalición cuando los electores se dieran cuenta a dónde llevan sus políticas pero ahora con el ejemplo de la reacción producida en Grecia se abre la incógnita de si serán capaces siquiera de poder aliarse en España para formar un nuevo gobierno. Desde esta nueva perspectiva se abre un probable hueco electoral del 68% de los votantes o del 80% del electorado para el resto de los partidos. En Grecia casi todos los votos perdidos por los partidos mayoritarios han ido a parar a nuevos partidos más que a partidos preexistentes.
De la experiencia griega se aprende que no basta con que el pueblo vote a otros partidos, ya que a pesar de que los anteriores partidos mayoritarios han perdido casi todo el apoyo popular todavía existe el peligro de que lleguen a formar Gobierno y lleven adelante sus políticas antipopulares.
La manera más segura de que se produzca un cambio sería el que los nuevos partidos se presentaran en coalición con un programa de mínimos que permitiera un amplio consenso.
Para el caso español, en estos momentos, a mí se me ocurre que las condiciones mínimas con las que deberían presentarse a las próximas elecciones son:
El compromiso de elaborar una nueva Constitución, que entre otras muchas cosas evite o al menos dificulte el control de todos los recursos del Estado por unos pocos individuos para su interés particular. A algunos políticos no les bastaba con controlar el Congreso, el Senado, el Gobierno, el Tribunal Constitucional, el Tribunal Supremo, el Tribunal de Cuentas, el Banco de España… ahora también pasarán a controlar las televisiones y radios públicas. Ahora mismo la dirección de un sólo partido, controlado por quién sabe quién, controla la elaboración de las leyes, el Gobierno, la administración de justicia, los órganos de control del Estado y la difusión de la información. De momento sólo se les escapa Internet, ya solo queda ver cuánto tardarán en aprobar leyes que regulen internet y cierren blogs como este.
El compromiso inquebrantable de que no se contentarán con gobernar en coalición con partido alguno sin que se cumpla el anterior prerrequisito.
El compromiso de respetar la Constitución actual mientras se reforma la Constitución. Algo que debería ser obvio pero que en la práctica no se cumple por el control que ejercen los partidos ganadores sobre el Tribunal Constitucional. Por ejemplo, el artículo 40 dice: “Los poderes públicos promoverán las condiciones favorables para el progreso social y económico y para una distribución de la renta regional y personal más equitativa, en el marco de una política de estabilidad económica. De manera especial realizarán una política orientada al pleno empleo.” o el Artículo 41, “Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad, especialmente en caso de desempleo.” Parece mentira que existan estos artículos en la Constitución a tenor de las actuales políticas.
La excusa que se esgrime para incumplir la Constitución es que en España no hay dinero para cumplir tanta palabra bonita pero sencillamente no es verdad, el problema es que los poderes que están detrás de los partidos políticos mayoritarios necesitan todo el dinero posible para sobrevivir y por eso están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias incluso enfrentándose al peligro de una revolución. El entramado de deudas creado en los últimos años y que sigue creciendo arrastra cada vez más dinero para evitar la quiebra del sistema.
En estos momentos de excepción no se trata de una cuestión ideológica de si es mejor una política de derechas o de izquierdas, de si el Estado debe cubrir más o menos servicios. Se trata de si el dinero que gestiona el Estado se debe dirigir a salvar a los poderosos o, de acuerdo con la Constitución, realizar una “política orientada al pleno empleo” y mantener “un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos”. Debemos permanecer unidos para defender nuestros derechos. Actualmente debido a nuestra situación política cualquier ayuda que dedique la Unión Europea para aliviar la situación de España acabará ineludiblemente como en el caso griego ayudando a los poderosos en vez de a los ciudadanos normales.
Ya que no hay ninguna instancia democrática que defienda la Constitución hay que arrebatar pacíficamente el poder a quienes lo detentan antes de que la violencia se desate sin control como ya ocurrió en las anteriores depresiones del siglo XX.
No hay tiempo que perder. Las cartas están echadas y cada uno debe jugar sus bazas si quiere tener una oportunidad. La espiral de violencia y represión no ha hecho más que empezar y puede ocurrir que pronto no haya quien la pare. La desintegración moral ya está en curso. Se empieza por la falta de solidaridad con el extranjero y se continúa con el prójimo. Cuando una sociedad empieza a excluir a determinados colectivos (extranjeros, inmigrantes, parados, desahuciados, …) ya nadie puede sentirse a salvo. Mañana cualquiera puede ser el siguiente objetivo.
Enlaces:
http://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Espa%C3%B1a_de_2011
http://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Grecia_de_mayo_de_2012
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/constitucion.html